FABULA 1:
LA HORMIGUITA
Una hormiga va por el bosque y se encuentra un charco.
Ante la imposibilidad de cruzarlo, espera por si pasa un animal que pueda llevarla al otro lado.
En esto pasa un sapo que se ofrece cruzarla.
Y la hormiguita, que era muy filática, le dice al sapo:
'No, no voy a cruzar contigo porque tienes la espalda sucia y asquerosa y me voy a ensuciar!'.
Cuando el sapo se va, la hormiguita divisa una pajita y decide subirse en ella, a modo de barca, para cruzar el charco.
Cuando iba por la mitad del charco, un mal viento hizo que la pajita se hundiera y la hormiguita cayera al agua.
**MORALEJA:
Más vale sapo sucio que paja mal hecha.
FÁBULA 2:
EL BURRO Y LA MOSCA
En una ocasión un burro estaba pastando tranquilamente en el prado, cuando de repente una mosca empieza a molestar alrededor de él.
El burro utiliza su largo pene para intentar espantarla, pero la mosca sigue molestando
hasta que se coloca en la punta de su nariz.
El burro aprovecha, y de un lenguetazo atrapa a la molesta mosca.
**MORALEJA:
Lo que no puedas acabar con el pene, termínalo con la lengua.
FABULA 3:
EL PAJARITO Y LA CUCARACHA
Había una vez una cucaracha que iba por el bosque, cuando empieza a llover a cantaros.
Busca refugio y encuentra un árbol hueco, pero dentro había un pajarito, así que le dice:
'Pajarito, Pajarito! déjame entrar en el árbol que me estoy mojando!', y responde el Pajarito:
'No te dejo, no hay espacio para los dos'..
La cucaracha vuelve a insistir:
'Por favor Pajarito, que voy a pescar una neumonía!.
Y el Pajarito: 'Te he dicho que no!'.
Llovía cada vez más, y la cucaracha estaba ya chorreando:
'Por favor Pajarito, que tengo mucho frío!!' insistía la pobre cucarachita.
No te lo repito más, si digo que no, es que no' afirma el Pajarito.
**MORALEJA:
Cuanto más se moja la cucaracha, más duro se pone el pajarito.**
FÁBULA 4:
LA RANITA Y EL TREN
Una vez una ranita paseaba por una vía para trenes,
y estaba tan contenta saltando de una riel a la otra que no vio que un tren se aproximaba a gran velocidad!
Lo vio pero fue demasiado tarde: el tren le cortó la colita!!!
La ranita miró para atrás y gritó:
'mi rabito! dónde está mi rabito?',
miró en las rieles, ahí estaba su colita, y pensó
'nooo! cómo voy a dejar mi traserito ahí botado en las vías del tren! no puedo dejarlo ahí! ahora mismo voy y lo recojo!'.
Dicho y hecho, la ranita saltó de nuevo a las rieles a rescatar su colita, y cuando la estaba recogiendo vino otro tren y ZAS! le cortó la cabeza!!!
**MORALEJA:
Nunca pierdas la cabeza por un culito...
miércoles, 15 de julio de 2009
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